Las nuevas tecnologías han desencadenado cambios dramáticos e irreversibles en los hábitos de consumo de medios. Nunca antes en la historia de la humanidad, la gente tuvo acceso a un universo de información practicamente infinito. Hoy en día, cualquier contenido puede ser visto en cualquier momento y lugar, y desde multiples canales y plataformas.
A la fecha, 2.7 billones de personas se conectan a internet habitualmente, sobre una población global de 7.1 billones (39%). Según un reciente estudio de Arellano Marketing, el 47% de la población mayor de 15 años del Perú Urbano ingresa a internet al menos una vez por semana, y el 32% lo hace diariamente, casi la mitad de ellos varias veces al día. Asimismo, según Ipsos Perú, el 10% de la población peruana cuenta con un smartphone con acceso a internet.
La prensa se lee más que nunca, aunque progresivamente de otra manera; cada vez con más frecuencia, se combinan plataformas, es decir, mientras temprano por la mañana, revisamos las páginas de un diario impreso, a media mañana recibimos un boletín, consultamos un portal de noticias o nos enteramos de algún acontecimiento de ultimo minuto a través de twitter o facebook. Pero, a diferencia de lo que sucede en los países desarrollados, en el Perú, el número de lectores de periódicos impresos va en aumento, al tiempo que la prensa digital y las redes sociales, están atrayendo nuevos lectores. Pareciera que la fiebre por la información desatada por los medios digitales, ha estimulado la compra y lectura del dispositivo impreso.
Sin embargo, al mismo tiempo en que las empresas periodísticas, ganan audiencia, pierden el control sobre la misma; porque los medios tradicionales conviven con los nuevos medios, y comparten con éstos su capacidad de influir en la opinion pública. Es por esta razón, que la Prensa Escrita está trabajando para reinventarse, crear y distribuir contenidos con la mayor calidad posible, extremando su eficiencia, competitividad y productividad.
La tecnología digital le ha dado a la gente, no sólo el poder de acceder a cualquier contenido, sino, de crearlo y distribuirlo alrededor del mundo. Periodistas, fotógrafos, y cineastas amateurs pueden aspirar a alcanzar a una audiencia global. Artistas locales pueden lograr el estrellato internacional. Ejemplo de ello es La Tigresa del Oriente con más de 9 millones de reproducciones de su primer video y más de 120 mil seguidores en twitter.
En los últimos 200 años, en mayor o menor medida, los periódicos aplicaron cambios pocos significativos, siguen siendo papel y tinta. Ha llegado el momento de efectuar los grandes cambios, en aras de preservar su liderazgo como el medio mas influyente en la opinion pública. Esto exige la máxima responsabilidad en la generación y difusión de contenidos, así como un elevado nivel de innovación y dedicación.
Estamos en medio de la ola, tenemos la opción de flotar y terminar ahogándonos, o usar el máximo de nuestras capacidades para volver a tomar la cresta y mantenernos en ella el máximo tiempo posible.
Autor: María Elena Otiniano – Representante de la SEPP
Fuente: Des-plumada.blogspot.com