Las asociaciones de prensa de América Latina se reunieron en Lima para fijar una postura con relación a la situación de la libertad de prensa que se vive actualmente en el continente. También evaluaron posibles acciones en conjunto con la finalidad de enfrentar urgentemente las amenazas que se ciernen sobre los medios.
En el encuentro, que se realizó en el Country Club de Lima, participaron los presidentes del Consejo de la Prensa Peruana (CPP), Gonzalo Zegarra; de la Asociación Ecuatoriana de Editores de Periódicos (AEDEP), Diego Cornejo Menacho; de la Asociación de Editores de Diarios y Medios (Andiarios), de Colombia, Nora Sanín; de la Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas (ADEPA), Martín Etchevers; y la relatora de la libertad de expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) de la OEA, Catalina Botero.
El primer tema tratado fue la situación en Venezuela porque en los últimos días se ha intensificado el clima de hostilidad de parte del gobierno de Nicolás Maduro hacia los medios impresos, lo que se ha visto reflejado, en busca de un bloqueo informativo, en detenciones de periodistas, destrucción e incautación de material, expulsión de medios, y restricciones a la compra del papel.
Al respecto, Gonzalo Zegarra expresó el interés de medios peruanos de solidarizarse con sus pares venezolanos.
En cuanto a la situación en Argentina, Martín Etchevers informó que solo cuatro medios impresos subsisten sin la publicidad del Estado, que discrimina a opositores con la entrega de avisos.
APOYO A ECUADOR
Otra situación analizada con preocupación por las asociaciones de prensa es la que se vive en Ecuador. “Hemos pasado de la contención a la resistencia. El único monopolio que existe son los medios gubernamentales. No se puede hacer seguimientos porque la ley lo prohíbe”, explicó Diego Cornejo, quien añadió que la ley de medios en su país también prohíbe la interpretación en los titulares de las notas periodísticas.
Al respecto, las asociaciones de prensa coincidieron en la preocupación de que el caso ecuatoriano esté generando un ambiente de autocensura.
Fuente: LaRepublica.pe