Al inicio de esta semana, en una publicación sobre el significativo cambio Editorial en The New Republic y los errores periodísticos en las declaraciones de Rolling Stone con respecto a un supuesto caso de acoso sexual en una fraternidad de la Universidad de Virginia, mi colega George Packer comentaba que “La crisis en el periodismo es una crisis de negocios y es un problema que ocurre desde hace veinte años”. Y creo que eso es totalmente cierto. Con la llegada de internet, el viejo modelo de negocio de mantenerse vivo en base a las ganancias de la publicidad impresa, tanto en página completa como en clasificados, ha sido fatalmente debilitado, y los esfuerzos por recrear este modelo en la web han fallado terriblemente. Las editoras conocen esta historia perfectamente y todavía buscan cómo enfrentar la situación.
Al inicio de este año, Time Warner separó del grupo matriz a Times Inc, que aún es la revista más grande de Estados Unidos. The Tribune Company hizo lo mismo con su rama especializada en diarios, la cual es dueña de Chicago Tribune y Los Angeles Times. Por su parte muchos editores están reduciendo su tamaño. En el New York Times otros cientos de puestos en redacciones han sido eliminados a través de compensaciones. Como resultado muchos periodistas experimentados y capaces han renunciado (Entre ellos Floyd Norris, comentador financiero, Bill Carter, reportero de televisión y Steven Greenhouse, reportero general).
En una situación así, probablemente resulta raro enfocarse en lo positivo. Pero están ocurriendo algunas cosas esperanzadoras. Aunque muchos periodistas han perdido la fé en el futuro de su profesión, algunos inversores de capital de riesgo están tomando una actitud distinta. En lugar de descartar el periodismo, están colocando una gran cantidad de dinero para financiar proveedores de noticias online, como BuzzFeed, Vice y Vox. Algunas de estas editoriales solo producen “click bait” pero ocasionalmente producen periodismo serio, como esta historia de The Verge, un sitio de Vox, en la que se detalla cómo la Policía de New York está utilizando las redes sociales para arrestar a adolescentes de Harlem, y esta entrevista que Vice consiguió con James Mitchell, el psicólogo que ayudó a la C.I.A a desarrollar sus “técnicas de interrogación avanzada”, esto esto, técnicas de tortura.
Adicionalmente, el periodismo online crece exponencialmente en muchas publicaciones que son consideradas como “medios tradicionales”. En el New York Times y otros periódicos grandes, las suscripciones digitales están creciendo significativamente. Ciertamente, las ganancias de esta fuente no han reemplazado por completo a las ganancias pérdidas en suscripciones y publicidad impresas, y de hecho en algunas partes de la industria, esto probablemente nunca pasará. Pero el periodismo en base a suscripciones (uniendo lo digital y lo impreso) está llegando a ser financieramente rentable rentable, al menos para publicaciones de alcance nacional. Y eso son realmente buenas noticias. Los periodistas que son financiados por la publicidad están en deuda con los publicistas, métricas de visitas y algoritmos en redes sociales. Por su parte los periodistas financiados por suscripciones sólo responden ante sus lectores.
Hace cinco o diez años, se decía a menudo que los lectores no pagarían por el periodismo online, o que no pagarían lo suficiente como para que fuera rentable. Ese pensamiento significaba que adoptar el modelo de “contenido gratuito” sería la única opción. Hoy en día, ya casi no se escucha este argumento, y por una muy buena razón. En su más reciente reporte cuatrimestral la New York Times Company señala que al final de septiembre contaba 875,000 suscriptores a productos únicamente digitales. El número de suscriptores digitales se había incrementado en 44,000 con respecto al cuatrimestre anterior y en un veinte por ciento con respecto al final del 2013. Por cada cinco suscriptores impresos del Times, ahora tienen cuatro exclusivamente digitales. Y estas cifras infravaloran su audiencia digital. La gran mayoría de los suscriptores a impresos también se inscriben para acceso digital. Me arriesgo a decir que, muchos de ellos, como yo, no se suscribirán a la edición impresa si no pudieran acceder a la versión online.
El alza de las suscripciones online no está restringido al Times. De acuerdo a los datos presentados por la Alliance for Audited Media, el Wall Street Journal tiene 900,000 suscriptores digitales (su circulación total esta cerca a 2.3 millones). El Financial Times, pionero en el modelo de la barrera de pago que permitía a los lectores ver un número limitado de noticias al mes antes de que se les cobrara, ha logrado llegar más lejos en esta área que cualquier otro periódico. Según Rachel Taube, representante del diario, actualmente cuentan con 476,000 suscriptores digitales, comparados con 217,171 suscriptores a impresos. Pese a que aún es conocido como el “Pink´Un” una referencia al papel rosado en el cual se imprime, ahora es predominantemente una publicación digital.
Comprar estos periódicos en formato digital no es barato. Para tener una subscripción digital que da acceso a todo, el New York Times cobra $ 455 al año. The Journal cobra $348. El Financial Times cobra $467. Hasta cierto punto, como señalé hace un par de años, los periódicos se están convirtiendo en bienes de lujo. Pero cuando tienes cientos de miles de lectores pagando cientos de dólares al año, los ingresos se suman rápidamente. Eventualmente, podrían transformar sus cuentas de resultados.
En el Grupo FT, que posee el cincuenta por ciento de “The Economist”, más del sesenta por ciento de los ingresos de la compañía vienen directamente de los contenidos, incluyendo las suscripciones al digital y al impreso, mientras la publicidad genera menos del cuarenta por ciento. El periódico es rentable hace tiempo. Taub también me comentó que los beneficios se incrementaron en la primera mitad del 2014 impulsadas por los ingresos digitales. Un representante de “The Journal” no se animo a comentar sobre sus finanzas, pero al inicio de este mes, el hermano corporativo de este medio, Times Newspapers of the United Kingdom, que publica The Times y The Sunday, registró su primera ganancia operativa en los últimos trece años. Esto es particularmente notable porque Times Newspapers fue uno de los primeros diarios de Reino Unido en dejar atrás el modelo de contenido gratuito, y sin ir muy lejos, hace cinco años estaba perdiendo más de cien millones de dólares al año.
Por supuesto, nada de esto implica que el periodismo esté fuera de peligro. Los periódicos regionales, que por definición tienen un mercado mucho menor al de los nacionales, fueron golpeados duramente por el declive de la publicidad impresa. Revistas, en especial las más pequeñas, como The New Republic, también se enfrentan a desafíos más complicados, los cuales discutiremos en otro post. En toda la industria, la reducción de empleos y los esfuerzos para limitar los sueldos y beneficios probablemente continuarán. A menos que las editoriales encuentren una manera de hacer crecer la publicidad digital y complementar los ingresos por subscripciones, mantener los costos en línea con los ingresos siempre será una tarea complicada. Eso significa que financiar grandes investigaciones que demanden mucho tiempo seguirá siendo un problema. Pero el argumento de que los periódicos son dinosaurios, destinados a ser reemplazados por competidores online más ágiles, se ve cada vez menos convincente de lo que se veía hace unos años. Y considerando las situaciones por las que hemos pasado, estas son buenas noticias.
Los periódicos que fueron más lentos en unirse al modelo de subscripción digital están tratando de recuperar el tiempo perdido. Desde que Jeff Bezos compro el Washington Post en Octubre 2013 el periódico ha estado contratando periodistas, mejorando su sitio web, e incitando a sus lectores a que se inscriban en la versión online. (Actualmente puedes obtener una subscripción digital, que incluye acceso total a la web y a las aplicaciones por el módico precio de $99). Kristine Corrati, la representante de “The post” me comento que “Ya hemos alcanzado los objetivos iniciales de suscripciones digitales y estamos muy motivados por los resultados a lo largo del año”. El recientemente independiente Tribune Publishing, está siguiendo una estrategia similar. Jack Griffin, C.E.O de la compañía, dijo recientemente “Aunque nuestros suscriptores únicamente digitales son pocos aún, llegando a ser un poco menos de cincuenta mil, estamos seguros de que la implementación total de nuestra estrategia de pago digital, y nuestros nuevos productos nos ayudarán a que este tipo de clientes y nuestros ingresos crezcan de manera significativa a lo largo del tiempo”.
Fuente: The new yorker